Escrito por Juan Castillo

               
Sociedad y televisión, este es un binomio muy interesante, ambos encierran implicaciones que involucran al hombre como ser creativo e  investigador.
Partiendo del hecho que toda sociedad existente o ya extinta lleva desde sus orígenes, en su seno  los cromosomas cuyas características la van a distinguir de otras sociedades, debemos considerar que la televisión como máximo ejemplo de lo que es la ciencia y la tecnología, debería responder a los intereses de las sociedades en las cuales ella es creada y producida utilizada.

                Durante el siglo XX los medios de comunicación experimentaron una evolución muy significativa, en lo que respecta a la televisión, esta transformación es innegable, al punto que definitivamente no se puede concebir en este siglo XXI que haya un hogar sin esa pantalla a desde su nacimiento provocó la admiración de todos en todo el mundo.
                Desde sus inicios la televisión ha seducido a grandes y pequeños, en palabras de Ruíz y Vásquez (2008) ésta pasó de ser un artículo de lujo, en los años 50 para llegar a ser un objeto necesario, donde antes a penas podíamos ver dos canales en blanco y negro luego llegó el color y hoy ya se habla de tecnología que nos acerca cada vez más en este mundo tan globalizado y cuya interactividad ya es una realidad.
                Ante tal ingenio del ser humano, esta ciencia y tecnología capaz de unirnos o de separarnos es absolutamente necesario preguntarse ¿Para qué le sirve la televisión a la sociedad si esta no puede beneficiarse de ella para generar los cambios que ésta última requiere?
                Es frecuente escuchar que los problemas de nuestra sociedad estan ligados a problemas de índole cultural o lo que más recientemente se ha dicho, “eso es la pérdida de valores”;  en todo caso los valores forman parte de nuestra  herencia cultural.  Es precisamente ante esta realidad que se plantea un cambio de paradigma en relación a papel que juega y debe tener la televisión en este contexto multimedia que nos vende la televisión digital como otra gran panacea.
                En primer lugar, hay que detenerse a pensar quienes pueden tener acceso a esta nueva tecnología,  qué pasará con aquellas sociedades que no tengan la capacidad de adaptarse a este nuevo mercado, donde lo más perjudicados serán los jóvenes.
                Por otra parte, surge la inquietud de lo que debería ser la televisión si se quiere desarrollar una sociedad moderna, ya sea mediante la tele digital, o por la tradicional, la función social de este medio no debería estar tan alejada de la realidad que vivimos los ciudadanos ni estar al servicio de intereses particulares que lo utilicen para manipularnos.
                Las sociedades son sistemas donde los elementos que las integran, económicos, políticos y educativos  entre otros, deben generar las condiciones mínimas necesarias para que sus miembros desarrollen todas las competencias que le permitirán adaptarse e integrarse para el bien común y afrontar los desafíos e incertidumbre que imponen los cambios de este siglo.
                El sistema educativo responde a la sociedad del cual hace parte importante, es por ello que la escuela no debe estar divorciada de la sociedad.  Asimismo la familia no debe desligarse de lo que sucede en la escuela ni dejarle a la televisión el papel de niñera así como también lo hace dejando a los maestros parte de lo que deberían ser sus funciones.
                Este trinomio, familia escuela y televisión, podría representar la respuesta para quienes buscan en la televisión una función social.  No se trata sólo de llamarla educativa, no debemos integrar este medio a nuestras vidas, pero no como hasta ahora se ha hecho, sino de forma activa, interactiva y crítica.  En este sentido se impone el pensamiento de una televisión educativo o una televisión cultural, cuya programación esté compuesta por un importante componente educativo-cultural.
     En relación a lo antes expuesto, ya para 1996, los autores Salinas y Arraíz,  habían acuñado esos términos y se atrevieron a esbozar una definición partiendo de su función en un mundo pragmático:
                “Televisión educativa sería aquella que contribuye a la ampliación de la educación y a la formación de los espectadores, integrándolos en un sistema cultural dinámico”
                Estos autores desarrollan algunas líneas donde toman en consideración las funciones  de la televisión y que podrían también contribuir a definirla o a describir lo que debería ser una televisión educativa al servicio de la sociedad, a saber:
  • Colaborar con las familias en la formación de los niños y niñas:
  • Fomentar y promover la formación de personas adultas.
  • Facilitar medios y recursos audiovisuales a los centros de educación, lo que sería colaborar con el profesorado.
  • Contribuir permanentemente a la formación ciudadana en todos los aspectos.
  • Expandir y difundir ampliamente valores educativos y culturales.
Durante las lecturas realizadas se pudieron identificar una serie de elementos que podrían complementar lo antes planteado, pues la consideramos que la televisión al servicio de la sociedad debería contribuir a la formación profesional, facilitar la inserción laboral y apoyar al sistema educativo estimulando la creatividad y fomentando los valores culturales. 
                Es importante resaltar que las potencialidades del medio televisivo serán mejor aprovechadas si se le atribuyen funciones relevantes en el terreno educativo y cultural lo cual no sólo desarrollaran cada vez más la televisión sino que la sociedad cumplirá cada vez mejor sus funciones integrando todos los elementos que la componen para ponerlos al servicio de sus ciudadanos.
                En este cada vez más convulsionado mundo, en esta sociedad de la información cuyo bombardeo no necesariamente contribuye a crear más conocimiento, la televisión juega un papel de gran relevancia. 
De igual forma los docentes tienen un rol preponderante en esta era digital, es por ello que en lugar de marchar separadamente por el mundo ambos televisión y docentes deben conjugar sus fortalezas para transformar la sociedad de la cual hacen parte.
                La televisión, ejemplo de ciencia y tecnología  y  los docentes, ejemplo de lo que es sociedad han sabido integrarse en muchas partes del mundo para crear situaciones instruccionales mediadas por la televisión o apoyándose en ella. 
En relación a esto, en España, por ejemplo, en 1992 se vio una de  las primeras experiencias orientadas al profesorado, La alegría del saber, la programación de la televisión Educativa TV UNED, Fernández (2008). 
                Durante el finales del siglo XX e inicios del presente esta experiencias se multiplicaron, son interesantes  las experiencias de Japón con la NHK, Estados Unidos PBS, Canadá TV Ontario con Cana sabe y Tele saber, Inglaterra con la BBC, France 5, luego están Alemania y los países nórdicos.  Para el día de hoy la lista de los distintos modelos de televisión educativa que se han ido desarrollando por todo el mundo sería enorme, sin embargo no podemos dejar de mencionar la América Latina que tiene una amplia trayectoria en el desarrollo de experiencias educativas, a saber:
  • México;  DGTV, UTE, TVUNAM, ILCE y canal Once y otras iniciativas tales como Canal Clase llevado por DIRECTV TV.
  • Colombia; allí se destacan canales locales y regionales, tales como  TeleAntioquia, TeleMedellín, Telepacífico, TeleCaribe.
  • Brasil, lo ejemplos más significativos de televisión educativa son TV Cultura, TV Futura que fue creada por la red O Globo en 1998.
  • Argentina, allí  podemos encontrar ejemplos como Telesecundaria técnica y contenidos del Instituto de tecnología Agropecuaría INT, o los programas infantiles emitidos por Canal 7 del cual Educable es una de las experiencias más durables en TV Quality (Hoy Histori Chanel).
  • Chile, en este país destaca Teleduc, dependiente de la Pontificia  Universidad Católica de Chile.



La televisión Educativa y Cultural en Venezuela:
Venezuela, desde 1926 durante el gobierno de Juan Vicente Gómez se tuvo conocimiento de la existencia de este medio en el país, pero no es sino hasta 1952, durante el régimen de Marcos Pérez Jiménez que  la televisión irrumpe de manera oficial.  
La expansión de la radio y la televisión en Venezuela ha estado determinada por factores que incluyen el surgimiento del sistema democrático en 1958, el avance de la industria, especialmente del sector de bienes de consumo masivo; y el progresivo desarrollo de la tecnología comunicacional y su convergencia con sectores como la informática, así como la especialización en el área de los contenidos.

Tras la llegada de la televisión a color en 1979 (estándar NTSC) y la irrupción de las emisoras de radio en frecuencia modulada (FM) en los 80, se abrieron espacio en la escena de los medios de difusión en Venezuela los servicios de televisión paga por cable y satélite en  los primeros años de la década del 90.

Aunque en la industria televisiva y radial imperó el modelo de programación central-generalista, en las últimas décadas han surgido ofertas especializadas en contenidos culturales, deportivos e informativos, así como iniciativas de difusión regionales. El futuro de la radio y la televisión en Venezuela, como en el resto del mundo, promete dar un nuevo salto con la migración del modelo analógico al modelo digital.

En Venezuela la televisión educativa y cultural (TEC) se ha desarrollado pese al dominio, bastante marcado, de sus pares comerciales y la indiferencia gubernamental frente al hecho televisivo.  Según, María Eugenia Mosquera, directora y fundadora de VALE TV,  la falta de políticas para engranar lo educativo y cultural con los medios audiovisuales, en pos de lograr una efectiva circulación de ideas que no esté sometida exclusivamente a las necesidades del mercado, es una realidad que se constata a diario. 

En importante destacar que en la última década, surgió una iniciativa que, poco a poco y sin que los venezolanos, se percaten ha venido incorporándose y dibujando el panorama de la Televisión Educativa y Cultural  en Venezuela,  VALE TV, Valores Educativos Televisión, red canal 5.  Este modelo ha sabido posicionarse y lograr una audiencia que valora los esfuerzos de quienes han sabido entender lo que es verdaderamente hacer televisión Cultural y Educativa respetando las diferencias y a sus televidentes.


                Es preciso que comencemos a reflexionar sobre el papel que cada uno de nosotros tiene en la sociedad, de la información de la cual formamos parte y donde la información no siempre nos llega de la mejor manera o es manejada de forma inadecuada, cuyas escuelas aún no se han integrado a esa era digital y quienes deberían apoyar a construir una sociedad más plural e igualitaria no han aceptado hacerlo o no están conscientes de la responsabilidad que tienen para con las generaciones futuras.
                En relación a esto quisiéramos hacer referencia varios aspectos que son de gran importancia para que la sociedad se transforme, además para que la televisión adquiera su verdadera dimensión social, educativa y cultural.
                En primer lugar, tenemos los gobiernos y sus gobernantes, quienes en América Latina se han visto alejados del tema educativo y en algunos casos sólo lo tocan para intereses personales y partidistas.
                En segundo lugar, encontramos a los padres y madres agobiados por sus responsabilidades financieras, olvidando su rol más importante el de ser el modelo de base para la sociedad, transmitiendo valores que le brinden a sus hijos la oportunidad de vivir en sociedad. 
Es innegable que hoy en día las familias cuentan con una guardería importante (la escuela) y tres niñeras que no tienen competencia (los maestros, internet y la televisión), esta situación no  puede seguir repitiéndose, las familias deben hacerse responsables de sus hijos y de la manera en que será transformado su futuro si insisten en dejarle a los maestro, a internet y a la televisión lo que es su función.
                En tercer lugar, nos enfrentamos a una escuela cada vez más constreñida a servir de guardería, cuyos docentes están insatisfechos con sus salarios, con las presiones institucionales, enfrentadas a la realidad de tener que enseñar como si estuvieran en el siglo XIX cuando sus alumnos nacieron y están en el XXI.
Estos docentes conviven en una sociedad que avanza a pasos agigantados hacia el desarrollo, hacia una sociedad del conocimiento y ellos permanecen mirando cual espectadores de televisión como las tecnologías invaden todos los ámbitos donde ellos se desenvuelven y sin las posibilidades reales de incorporarse a la autopista del conocimiento.
Para que los docentes se incorporen de manera efectiva y como un elemento integrador en la formación de los ciudadanos del siglo XXI, deberían integrar equipos multidisciplinarios en los cuales colaboren con quienes trabajan en los medios, en especial con aquellos que hacen televisión.   En esa medida estrían contribuyendo con sus experiencias en el campo de la didáctica y los que manejan el aspecto técnico podrían ofrecerles la oportunidad de actualizarse. 
Este binomio DOCENTES y TELEVISIÓN  representa, a nuestro entender y con bases en las múltiples lecturas realizadas, la clave para  crear una programación televisiva  educativa-cultural. 
                En definitiva se trata de desarrollar proyectos conjuntos le brinden respuestas educativas  a los problemas de la sociedad con ayuda de la televisión, elaborando programas que sirvan para desarrollo del currículo y del apoyo a los docentes. 
En otras palabras elaborar diseños didácticos mediados por la televisión, con lo cual estaríamos hablando de las TIC, la ciencia al servicio del hombre.
                Debemos adquirir consciencia sobre el papel educativo de la televisión y de su importancia creciente frente a la pérdida de poder de la escuela y la familia en la construcción de las pautas culturales de la población.
               
En relación a todo lo antes expuestos y ya para concluir,  quisiéramos citar a Magdalena Alberto Andrés y a María Eugenia Mosquera,  quienes respectivamente  nos dicen en sus artículos sobre; La Infancia y Televisión Educativa en el Contexto Multimedia y La Televisión Educativa y Cultural en Venezuela,
  • “Un buen programa educativo no debería pretender la adquisición de unos conocimientos concretos sino más bien despertar el interés por esos contenidos, estimular la curiosidad y la búsqueda.  La satisfacción de esta curiosidad y búsqueda de información puede hacerse en casa, en los ratos de ocio y utilizando el ordenador”.
  • “La educativa y cultural es y debe ser, por principio, plural e inclusiva, y no puede asumir banderas que no sean el respeto por el ser humano y sus diferencias, y la promoción del diálogo y la tolerancia.”

REFERENCIAS


  • Alejandro Ruíz y Rosa  Ángela Vásquez Huelva, (2008).   ¿”Televisión educativa”  o “tele-niñera”?: actitudes ante la TV actual.
  • Jenaro Fernández Baena, (2008).  TV educativa y profesorado: ¿una relación imposible?
  • Juan María Casado Salinas y María Dolores Ariza García, (1996).  Canal Sur y desarrollo de la televisión educativa andaluza.
  • Magdalena Alberto Andrés,  (2009).  Infancia y Televisión Educativa en el Contexto Multimedia.
  • María Eugenia Mosquera, (2010).  La Educación Educativa y Cultural en Venezuela.
  • Julio Cabero Almenara, (1994).  Retomando un  Medio: La Televisión Educativa.
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